Bueno, les cuento que para mi fue toda una aventura:
Todo inicia con un concierto en el teatro Diana, en Guadalajara.
Una vez que decido ir por primera vez solo a este concierto, ya que un año antes había ido con mi buen amigo Eder y su novio, ellos viajaron desde Aguascalientes, sólo para este concierto, pero este año, dadas las circunstancias, nos dejamos de frecuentar y no me fue posible hacer labor de convencimiento para que se repitiera este año, así que me planté en el teatro Diana, las luces se apagaron, la música comenzó a sonar, mis emociones eran más delgadas que un papel celofán y cada canción, cada melodía me hizo erizar la piel, me sacó lágrimas y miles de sonrisas.
Ya estando en Puerto vallarta, en la terraza del Hostal, con una vista encantadora realicé una transmisión en vivo en mi facebook en donde les prometí esta entrada.
Este viaje me hizo realizar una serie de cuestionamientos en mí, amistades que ya caducaron pero seguían ahí, gente a la que le debo mucho y que sin estar fisicamente en ese lugar, estaban presentes en todo momento. Quizá también lo puedo tomar como un descanso en la larga escalera, un repaso de lo que ha sido para mí el camino recorrido. Mis sentimientos estuvieron siempre a flor de piel. Agradecido con todo lo que me ha traído hasta este punto, bueno y malo, porque como bien dice una canción: "el dolor también es parte de sentir". Y hay que aprender de todo en esta vida.
Tantas y tantas cosas que pude recapitular en este viaje. El pararme en un lugar lejos y que la gente se te acerque como si fueses un amigo de años. ¡Benditas Redes Sociales! sólo hay que saber sacar provecho de ellas para conocer más allá de tus propios límites, eso sí, con todas sus precauciones y con mucha moderación.
Amigos como Edson, con quien estuve en un café compartiendo momentos maravillosos, una caminata de noche, un momento musical al final del muelle conectados con la naturaleza. Todo hubiese sido perfecto de no ser porque al momento de querernos retirar mi celular cayó accidentalmente al fondo del mar. (inserte risa irónica aquí). Aún así, todo fue increíble, sellado con un peculiar recuerdo. Otra de las personas que me hace tener un grato recuerdo es Pepe de los Vlogeros de youtube, persona tan sencilla, que parece que fuésemos cuates de mucho tiempo atrás. Cosas como estas me recuerdan que no somos más que seres humanos disfrutando de hacer lo que hacemos.
Una vez que tuve que regresar a la central para poder seguir el viaje rumbo a guadalajara, me perdí y terminé en un municipio aledaño jajajaja, pero bueno, regresé justo a tiempo para tomar mi camión sin otro contratiempo.

Al día siguiente, ya estando en Guadalajara, me fui a otro concierto al teatro Diana. El concierto de Babasónicos, uno de mis grupos favoritos. De este concierto no esperaba mucho, sólo quería experimentar algo distinto. Descubrí que Babasónicos me gustan por su música, no tanto por sus presentaciones en vivo.
Entendí que las relaciones humanas, son como una plantita, si no se riegan diario tienden a morir y desaparecer. Y que si esto sucede, debes de ser lo suficientemente maduro como para dejarles ir y cerrar ciclos. Que si no dejas que la energía fluya e intentas retener sucede como el agua estancada a la orilla de la banqueta, con el tiempo se crean parásitos y huele mal.
En verdad amo la vida que me tocó. La vivo muy a mi manera, en serio, les confieso que si funciona esto de que como te sientes, te proyectas, los demás te perciben. Es maravillosa y muy fuerte la energía que proviene desde cada uno de nosotros.
Mis estimados, hasta aquí mi entrada. Se acerca mi cumpleaños y yo ya me adelanté y me hice un regalito caro jeje, ¿si uno no se consciente, quién más vendrá a hacerlo?. Luego les cuento cómo la pasé, les dejo un enorme abrazo y nos leemos en la siguiente publicación.
Iván Ibarra, Puerto Vallarta 2016 |
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