jueves, 13 de abril de 2017

Oaxaca... Mi viaje!

Iván Ibarra
Saludando a todos los que me leen por acá les comento que por fin les traigo mi aventura por Oaxaca que tanto les había postergado.

Todo empezó con un tatuaje que me hice en el brazo unas cuantas horas antes de moverme hacia el aeropuerto a tomar el vuelo que ya casi perdía. En ese traslado recibí una llamada de mi querido y gran amigo Oscar desde Río Bravo, Tamaulipas. Llamada en la que le comentaba que no iba programado más que a pasarla de lujo, que quería dejarme sorprender por cada momento y cada personaje nuevo que surgiera... ¡Y así fue!

Una de las cosas más locas de este viaje fue el vuelo, primero llegué a Tijuana, Baja California. Ahí estuve unas tres horas esperando el vuelo hacia mi destino final... Casi recorrí el país de extremo a extremo en este último vuelo. 

Llegando a Oaxaca, tomé el transporte que me llevaría al centro de la ciudad. Una vez ahí hice mi primer transmisión en vivo en mi perfil de facebook. 

Recorrí parte del centro histórico hasta llegar al mercado y después a la catedral, tomé mil fotos...

El cielo tan azul y las pocas nubes tan blancas le daban un maravilloso contraste a cada construcción que conformaba el paisaje captado en cada una de las imágenes que maravillaban mis ojos y de esa misma manera las intentaba inmortalizar y grabarlas en mi memoria.

Las mujeres que cocinan exquisitos platillos con los que alimentan a los oaxaqueños y de los que turistas como yo agradecemos que existan. 


A través de mi experiencia en cada viaje que he realizado me he comprobado que la mejor manera de descubrir los lugares es en las conversaciones de la gente misma, de voz de las personas que los habitan. Hay historias que nunca conoceríamos si no fuese por la experiencia de ellos mismos y de lo que nos cuentan a través de sus conversaciones y experiencias de vida.

Tuve la fortuna de conocer a dos personajes de los cuales uno de ellos se distingue mucho. Mi gran amigo Miguel Ángel. ¡Nuestras conversaciones duraron horas! Con él hubo una conexión extrañamente placentera. Lo que les puedo decir es que mientras él me intentaba descifrar yo hacía lo mismo durante la plática descubriendo que es un hombre dedicado, entregado, decidido, trabajador, tierno, amigable o como dice él "socialmente funcional", buen compañero, ameno, puede ser que sea muy romántico, controlador, líder racional, terco, se ve que tiene su carácter, sabe escuchar y en cada historia imprime su pasión por su bello estado y sabe comunicar ese amor por Oaxaca a la perfección en cada uno de sus relatos. Personaje que quizá llegó para quedarse en mi historia y al cual le estoy teniendo un aprecio muy especial.
También tuve la oportunidad de hacer un mini tour en el que conocí Hierve el agua, una fábrica de mezcal, otra fábrica de textiles, el árbol más grueso del mundo y la zona arqueológica de Mitla.


Ya a mi regreso, (no me quería ir de verdad) puedo comentarles que me quedé con un muy buen sabor de boca, con el corazón enredado en una tlayuda acompañado con un chocolate a base de agua servido en una cazuelita de barro, con un buen pan de nata a un costado y una nieve de garrafa en agua para el postre. Mi lengua se quedó impregnada de mezcal que se sirve desbordado para hacer honor a los muertos mientras escuchaba la cumbia del mole de Lila Downs en aquella encantadora mezcalería, con unas rodajas de naranja y chile de polvo al centro de la mesa para terminar muy borracho al amanecer pidiendo un delicioso menudo en el mercado para poner en paz a la noche anterior.


Oaxaca se quedó en mi...

Tal vez era el momento justo para nuestro encuentro,
aprendí tu historia mientras caminaba por tus calles,
tu gente, tu comida, tus monumentos hechos templos,
tu cielo azul profundo ruborizado con las nubes más blancas,
tus marías que atienden en los mercados,
se contonean en sus enaguas por tus calles, tus plazas,
ofrecen su rica comida y sus maravillosas artesanías,
con sus benditas manos de creadoras,
cuentan historias con una sonrisa en sus rostros,
sonrisa de orgullo y pasión por su tierra,
benditas son sus trenzas que adornan las cabezas,
en la que soportan charolas, jarros que trasladan de lado a lado,
sus espaldas adornadas con rebozos que desprenden experiencia,
hechos para portar de brazo a brazo.

Ese es Oaxaca, ese es mi México, tan fantástico, tan lleno de corazón!

sábado, 1 de abril de 2017

Fugaces


Entre plática y asombro,
entre deseo y antojo,
tú por mí, yo por ti.

Nos entregamos mutuamente pensando que no volvería a suceder,
entrelazados entre sábanas de un hotel en aquél lugar.

Te quedaste incluso un poco más de lo esperado,
con ese asombro que ambos no esperábamos,
con la incertidumbre de no saber qué pasaría después.

Tu visita en mí me tomó de sorpresa... quise más.

Una cena, una caminata por la noche,
hablando de todo y nada, 
con una sonrisa en el rostro,
con los ojos brillando del asombro,
El tuyo por el mío, el mío por el tuyo.

Y así nos fuimos conociendo,
con la promesa de alimentar el día a día,
hasta que un día...
La distancia y con ella el desinterés,
El tuyo por el mío, el mío por el tuyo.

Te agradezco, 
por lo que fue, por lo que ya no es,
pero que siempre quedará en nuestra memoria.

...Tú en la mía, ¿Yo en la tuya?