Entre plática y asombro,
entre deseo y antojo,
tú por mí, yo por ti.
Nos entregamos mutuamente pensando que no volvería a suceder,
entrelazados entre sábanas de un hotel en aquél lugar.
Te quedaste incluso un poco más de lo esperado,
con ese asombro que ambos no esperábamos,
con la incertidumbre de no saber qué pasaría después.
Tu visita en mí me tomó de sorpresa... quise más.
Una cena, una caminata por la noche,
hablando de todo y nada,
con una sonrisa en el rostro,
con los ojos brillando del asombro,
El tuyo por el mío, el mío por el tuyo.
Y así nos fuimos conociendo,
con la promesa de alimentar el día a día,
hasta que un día...
La distancia y con ella el desinterés,
El tuyo por el mío, el mío por el tuyo.
Te agradezco,
por lo que fue, por lo que ya no es,
pero que siempre quedará en nuestra memoria.
...Tú en la mía, ¿Yo en la tuya?
0 comentarios:
Publicar un comentario