domingo, 20 de junio de 2021

Enfermedades en el cerebelo: las ataxias cerebelosas


Una de las maravillas que me he encontrado estudiando la carrera de psicología es entender el funcionamiento y la anatomía del sistema nervioso, parte fundamental del ser humano y su evolución hasta nuestros días.

Es en el encéfalo en donde podemos también encontrar el cerebelo, situado en la base del cráneo, en un lugar llamado fosa cerebelosa del hueso occipital, detrás de la protuberancia y el bulbo, y debajo de la tienda del cerebelo o tenorio, que lo separa de los hemisferios cerebrales. “El cerebelo es un órgano fundamental para nuestro movimiento, capaz de garantizar la coordinación y el mantenimiento del equilibrio durante acciones motoras complejas.” (Romoli y Calabresi, 2019, p.117)

Así como en cualquier caso, en donde existe una anormalidad en las estructuras y funciones del organismo, en el cerebelo podemos encontrar algunas patologías, las cuales podrían ser de distinta naturaleza, desde inflamatorias hasta neurodegenerativas. Algunas alteraciones de la función cerebelar son de naturaleza transitoria, caracterizadas por una disfunción que concierne en su mayoría a las células de Purkinje, las principales terminales nerviosas de la estructura cerebelar.

Me llama bastante la atención poder haber entendido que la más frecuente de las alteraciones antes mencionadas se produce después de una gran ingesta de alcohol, y produce un cuadro clínico bastante común, el de la ataxia cerebelosa. Podemos entender que la “ataxia es un trastorno caracterizado por la pérdida de la coordinación en los movimientos voluntarios, que implica por lo tanto una significativa dificultad a la hora de desempeñar movimientos simples, como caminar.” (José, 2018). En el estado de embriaguez, por ejemplo, las células de Purkinje pierden su función fisiológica, y como consecuencia el cerebelo ya no es capaz de participar en la planificación del acto motor. 

Supongamos que en una noche de fiesta, se nos pasan las "copitas" de más y presentamos algunas particularidades en nuestra planificación motora, lo que ocurre es que el "borracho" tiende a tambalearse, a separar las piernas cuando camina para aumentar la base de apoyo con el fin de no perder el equilibrio, puede advertir un sentido de inestabilidad y de vértigo (lo que ocurre es que el cerebelo ya no procesa correctamente las informaciones sensoriales) y presenta una coordinación reducida en los movimientos voluntarios, con una ralentización de los reflejos motores. Ya que “cuando la molécula de etanol invade las cadenas neuronales, desplaza sus funciones a funciones menores: reduce la capacidad del habla, de la comprensión y despierta instintos muy elementales como la agresión, la tristeza, la angustia o la risa sin sentido.” (Bergel, 2020, p. 107). El cuadro atáxico, en este caso, se puede resolver con una eliminación progresiva del alcohol en el cuerpo. Sin embargo, un consumo continuado de alcohol puede producir una disfunción irreversible, caracterizada por la muerte de las células Purkinje, lo que produce un cuadro atáxico crónico. 

Además, existen condiciones neurodegenerativas que pueden afectar al cerebelo, con cuadros clínicos de gravedad y progresión en el tiempo variables. En estos casos podremos llamarle "síndrome atáxico", un cuadro demasiado complejo para el profesional de la salud. En algunos casos, esta patología es el resultado de una mutación genética, una variación patológica del ADN, que se comunica de los padres a los hijos por herencia.

Podemos entender que los síndromes atáxicos hereditarios son un grupo de enfermedades genéticas poco comunes, algunas veces graves, en donde el síntoma principal es la progresiva pérdida de la coordinación motora. El síndrome atáxico tiende más a menudo a implicar las extremidades inferiores primero, para luego afectar gradualmente a las superiores, la vocalización, y también los movimientos oculares.

Existen casos en donde las afectaciones al cerebelo se deben a factores como la ingesta de alcohol, pero también podemos encontrar otros factores como los hereditarios, en donde los padres aportarían un 50% de probabilidades de que padezcas de las mismas enfermedades y que afectan, de alguna manera la conducta. De ahí la importancia de que el psicólogo cuente con la información del sistema nervioso, sus funciones, posibles afectaciones y composición de estructuras cerebrales, para poder detectar, canalizar, y conocer en cuales casos tendría que atenderlo otro profesional de la salud, así como cuando se forma parte de un proceso de acompañamiento terapéutico en las afectaciones (en este caso) del cerebelo.

Y recuerda que no todo lo que tiembla es Parkinson porque el sistema motor es particularmente complejo. El cerebro y el cerebelo, son dos órganos muy enigmáticos y bastante importantes del ser humano.


Referencias:

Bergel, F. (2020). El cerebro adicto. Independently Published.

Romoli, M. y Calabresi, P. (2019). Cómo nos movemos. Bonalletra Alcompas, S.L.

Milán, L. y Ortiz, A. (2020). La ciencia de la pancita chelera: Y otras rarezas del cuerpo (1ra edición). Penguin Random House Grupo Editorial.

José, M. (2018, 26 abril). Fisiología del cerebelo. Mejor con Salud. https://mejorconsalud.as.com/fisiologia-del-cerebelo/