Hey, pues ya saben, terminó todo eso del desmadre de mis vacaciones y nuevamente me encuentro solo en casa, encerrado en mi cuarto, ya pasó lo de Guadalajara, lo de la playa, lo de las emociones nuevas sólo forman parte de un grandioso recuerdo.
Uno de mis propósitos de este año fue ese, el de conocer el mar, aunque sigo pensando que no es así como la grán cosa, pero disfruté mucho mi soledad a la orilla del mar, viendo cómo las olas rompían en mis pies, el arena que poco a poco iba hundiendo mis pies al ritmo de las olas, es una experiencia sin igual, aún recuerdo esa noche de sábado en donde pedro y yo nos fuimos de fiesta, hicimos y deshicimos, o las cheves del bar que como travesura nos fuimos sin pagarlas, pedro se moría de la pena y yo me reía como dos chiquillos que han hecho una travesura, experiencias como esa nunca, nunca se van a ir de mi memoria.
También el hecho de conocer un poco la vida solitaria de Vincent, un francés que llegó a Guadalajara y después a Vallarta por cosas del destino, admiré eso de el, que vive la vida intensamente, la disfruta, cada tarde se da un tiempo para ir a recostarse sobre la arena y ver caer el atardecer, no es como mi vida que es un tanto ajetreada por el hecho de vivir en ciudad, y más como en la que vivo donde todo se vuelve muy rutinario, fines de semana de fiesta, trabajo, amigos, familia...
Aún recuerdo esas noches en donde Mariana y yo reíamos de que estamos vivos, con ganas de disfrutar cada momento, cada instante, ella es una gran mujer, con mucho coraje por seguir sus ideales, se plantea metas y apuesta todo porque se hagan realidad... la extraño y no entiendo cómo es que éramos casi vecinos, osea vivíamos a unas cuantas cuadras y hasta ahora que no está es cuando nos dimos oportunidad de tratarnos, de escucharnos, de abrazarnos... Así es la vida de compleja.
No, y por otro lado mi trabajo, que se ha vuelto bastante interesante, un lugar donde es como mi segundo hogar, casi me la vivo ahí, yo creo que si no fuese así de grande mi adicción al trabajo ya hubiese tirado la toalla, gente va, otros se quedan, unos suben, otros permanecen, total que siempre hay cambios, para bien o para mal pero siempre algo está cambiando, horarios, caras, puestos, amistades, gente va, gente viene, todo en ese lugar es mágico... Aún recuerdo cuando llegué, donde todo era nuevo, la música que me acompañaba en el trayecto, las ganas intensa que le ponía a aprender y aprender, lo disfrutaba a cada instante, ahora ya en otro puesto, aprendiendo cosas cada vez con mayor responsabilidad, el aprender de mis tropiezos, de mis errores... Sin duda amo ese trabajo!!!
... No se a donde me lleva la vida ni a dónde iré a parar el día de mañana pero no saben cómo agradezco estar vivo, el soñar, el viajar, el conocer, el criticar, el aprender de las personas que se me van cruzando por el camino que a veces es muy adverso pero existen personas que como ángeles me orientan, que me indican lo bueno y aprendo de lo malo...
Gracias Dios por esta vida que es sólo mía y de nadie más, gracias por el hecho de ser solitario en un mundo tan grandioso que me hace crecer día a día... Gracias!