martes, 17 de octubre de 2017

LA MUERTE... (Mi Muerte)





Uno de los temas que había pensado hace tiempo a desarrollar es este. Primero porque, tuve un amigo, uno de esos incondicionales, que de no sé dónde salieron ni cómo se convirtieron en eso, incondicional; Con el que ya hacía tiempo que no sabía nada, así que me dispuse a buscarle en FaceBook, encontrándome con la sorpresa de que había fallecido.

Días después vi una publicación en el mismo FaceBook sobre otro amigo de hace tiempo, en donde, al parecer, la hermana de éste, había hecho una petición a manera de ayuda para trasladar el cuerpo del fallecido desde CDMX hasta Aguascalientes para darle su santa sepultura.

Otra razón que me llevó a pensar escribir sobre este tema es la repentina muerte de un muchacho muy popular entre la comunidad gay de Jalisco, al parecer, éste trabajaba en un antro un tanto concurrido en el ambiente.

Hace unos meses, tuve la oportunidad de viajar a Oaxaca, un pequeño gran lugar de México, en el que, para mi sorpresa, en Mitla era venerada la muerte por algunos prehispánicos. Hecho que me maravilló porque en la actualidad, cómo nos da miedo tocar el tema siquiera.

Hoy en día, yo no sé si nos sentimos inmortales, o pensamos que ese día, el día de nuestra muerte, está muy lejano de ser hoy. En nuestra mente, en nuestro presente, no cabe la idea de que en este momento pudiera nuestra vida acabar de un momento a otro.

Hace semanas, hubo un par de fenómenos naturales de mucha trascendencia. Dos temblores que sacudieron el país, uno a días de otro. En el segundo, la ciudad de México se sacudió tanto que se cayeron varios edificios, en ellos, había gente, a la cual no le dió tiempo de salir antes de que el edificio colapsara. Empezaron a circular videos de todo tipo en las diferentes redes sociales, provocando en mí, el llanto de impotencia, de pensarme ahí, de imaginar el dolor de perder mi casa, mis cosas, mi familia, mi gente...

La vida puede acabar de un momento a otro, nos guste o no, esa es la ley de la vida, y ésta viene acompañada de la muerte, quien piense y viva de manera contraria vive una ilusión que pronto acabará.
Cuántos artistas nos han dado maravillosas creaciones a partir de éste tema: La catrina, La lotería, La calaca tilica y flaca, La Llorona, El Diablito, etcétera...
¿Te has preguntado cómo sería el día en que mueras? ¿Y qué si fuese hoy? ¿Cuáles serían tus últimos pensamientos? ¿A quiénes serían dirigidos?

A mi me gustaría ser incinerado y que mis cenizas se dispersaran por aquellos lugares que tanto me han dado en vida, Cd Juárez que me enseñó la primera cara del mundo fuera de casa, CDMX que me enseñó lo maravilloso de ser diferente en un mismo territorio, Oaxaca que robó mi corazón y mi inspiración, Querétaro y Guanajuato que me arrebataron el alma y me enseñaron a amar sin miedo, sin remordimientos; Guadalajara que me mantuvo ahí, que me dio, que me enseñó, que me hizo crecer, que me dio en la madre y muchas veces me levanté, que me hizo soñar para después vivir y ejercer. Colima, Tepic, Hermosillo que así de pequeños me dieron grandes historias que llevo tatuadas en el alma; Mérida, Cancún, Puerto vallarta, Playa del carmen, Tulum y Cozumel que me enseñaron a vivir con sentimiento, a valorar mi hogar, a aprender que a veces hace falta un compañero en el alma, a recordar que soy humano. Monterrey, Michoacán gracias por tanto aprendizaje y enseñarme a valorar y a explorar.

Si mi muerte es hoy quisiera que el mundo supiera que pensé en ello, que no tengo miedo, que estoy listo para partir, que siempre lo estuve, que lo acepto con valentía y orgullo de haber vivido una vida que en un principio fue llena de dificultades pero aprendió que se puede ser feliz en todo momento, que convirtió ésas lágrimas de carencias, en orgullo, en coraje, que aprendió que fui un ser humano expuesto a todo, lleno de sueños, lleno de energía, agradecido, sencillo, simple, hombre que trabajó su tierra y deseó lo mejor para los suyos.

Adolfo: Gracias, espero de verdad que sigas siendo igual de grandioso, un luchador incansable de sueños, aprendiendo en todo momento de cada instante y de cada ser, ojalá supieras que esas ideas de hacer departamentos amueblados para la gente viajera que sólo carga una mochila ya son un hecho, que se llama Airbnb, no lo creerías! Te quiero mucho chaparro! y disculpame por haberme enterado seis meses después de que habías partido. Te buscaré en cuanto me llegue mi momento. Lo prometo!

Jorge: Si supieras cuanta gente apoyó a tu familia, te morirías otra vez! jajaja No es cierto menso, recuerdas que me visitaste la vez que falleció un amigo tuyo, justo porque la funeraria en donde se llevaba a cabo el velatorio estaba a una cuadra de mi casa, me hiciste acompañarte y así inició nuestra amistad! Que Huevos de cabrón el llevar a cabo tus sueños de esa manera hasta hacerlos realidad, mira que meterte a Televisa de México y hacer lo que tu quisieras no cualquiera lo hace. Mis respetos señor ñoño. Un placer haberte conocido, pronto nos volveremos a ver ya verás!

Madre mía: Incansable ser humano, quisiera no verte así de débil, pero así es esto, se que no tienes miedo, quizá eso lo heredé de ti, también ese coraje de aferrarte a la vida, échale ganas campeona, reina de muchas batallas, soñadora, trabajadora, fuerte, tan firme de ideas, inteligente, buena compañera y madre, niña que nunca quiso ser adulto, adulto que vive como niño, artista frustrada. Gran Señora! 

Vida: Plataforma hermosa, oportunidad que muchos tienen y pocos valoran... Gracias!

No sé cómo ni cuándo pero de algo estoy seguro, no te tengo miedo, ni a la vida ni a la muerte. El miedo lo perdí cuando aprendí a ser feliz!


sábado, 2 de septiembre de 2017

Tulum, Quintana Roo



Tulum, Quintana Roo. 
Mayo del 2017

Y así fue como llegamos a Tulum, después de una noche larga de fiesta en Playa del Carmen y de desayunar en un lugar tan rústico y bonito que nos encontramos en el camino. Posteriormente nos subimos a una combi que nos dejó al filo de la carretera, caminamos un poco hasta llegar a un pequeño local en donde conseguimos un par de bicicletas. Recuerdo muy bien tu parada inesperada para quitarte la camisa y ponerte un collar hecho con gente de ahí mismo. Esa importancia que le das a las cosas realizadas con las mismas manos de la gente oriunda de cada región es maravillosa.

Y pedaleando, llegamos a la playa, después de haber recorrido un camino largo, la música que llevábamos sonó hasta el final de nuestro destino, sin importar que a la demás gente le gustara o no. Era nuestro momento!

Llegamos a un club de playa, tomamos un par de camastros para disfrutar del clima, del mar, un mar verde, claro, tranquilo, salado, fresco.

Aún sigo pensando que ese momento fue único, de las pocas experiencias que se me quedaron tatuadas en el alma, que jamás olvidaré con el pasar del tiempo y los años. Un par de mojitos, una transmisión en vivo en nuestros perfiles de facebook que en sí misma muestra todo lo que vivimos y cómo lo sentimos en ese instante. La zambullida que nos dimos en el mar y la revolcada que te dieron las olas jajaja, aún me sigue dibujando una sonrisa ese recuerdo. De cómo estábamos llenos de arena hasta la ropa interior.

Una vez de regreso nos encontramos en un paradero para comer hamburguesas en una especie de cabaña de varios pisos. Desde ahí observé que se llevaba a cabo una sesión fotográfica en la cabaña de enfrente, una joven que posaba hacia el lente de un muchacho que motivado por su inspiración, daba indicaciones para acá y para allá, tratando de sacar sus mejores tomas.

Una vez que tomamos las bicicletas ya de regreso, el camino se hizo mucho más ligero. Llegamos al lugar en donde entregaríamos las bicicletas y me llevaste caminando hacia los lugares que te gustaba visitar de tulum... tomamos el transporte de regreso a playa del carmen, llegamos cansados al pequeño departamento que conseguí en ese lugar, después tomaste tu maleta, caminamos por la quinta avenida hacia el paradero del barco que tomarías hacia Cozumel, tu destino final...

Yo me quedé ahí parado, con los ojos húmedos, pensando en las maravillas que te regala la vida y de las cuales, muchas de las veces no valoramos, me despedí con el alma, con mis manos abiertas, llenas de nostalgia y agradecimiento. Aún no recuerdo cuánto tiempo duré ahí viendo cómo se alejaba el barco en donde tú ibas, hasta que di la vuelta y paso a paso me retiré caminando por la quinta avenida, mirando el cielo, después el suelo, pensando, analizando, recordando y agradeciendo todo lo bello que me había ocurrido hasta ese momento.



Gracias al tiempo, al espacio, al mundo, a este mundo... Mi mundo!

Cada persona que la vida me ha permitido conocer,
cada ser humano que me regala un espacio en su memoria,
cada lugar que he recorrido y pintado a mi manera,
es como un cúmulo de experiencias que van dando forma a mi memoria, a mi historia.

Este soy yo:

Un ser humano que se siente bendito,
que si bien, mi niñez no fue lo que quise, mi presente si lo es.

Un presente mágico, un presente fantástico.
un presente en donde elijo a cada personaje de mi historia,
un presente que me da la oportunidad de disfrutar con todos mis sentidos.


Dedicado a mi amigo Andrés Echeverría, Gracias por este bello momento!

miércoles, 9 de agosto de 2017

Niño Hojas (mil hojas al viento)


A mis 33, casi 34 me he llevado un gran aprendizaje, uno que me hará cambiar de perspectiva. Y es que es tan fácil actuar por la vida como si no fuese a suceder la gran cosa, como sintiéndonos ajenos a cualquier padecimiento social o cultural en este mundo. 

La vida así es, como un gran bosque con miles de árboles, con mucha vida ahí dentro, seres que cambian de un momento a otro, unos evolucionando, otros no. Unos naciendo, otros muriendo.

Dentro de ese bosque se encuentra una gran plataforma como un gran tablero de ajedrez en donde recién comenzó la partida sin que nos diésemos cuenta. Juego de reyes, reinas, caballos, torres y peones...

Algunos somos capturados en jaulas, jaulas en las que no hay escapatoria y en las que vive un león. Ese león podría ser amigable o podría tener mucha hambre y comernos. 

En este nuevo juego hay que aprender a sobrevivir, a desarrollar un sentido de supervivencia, a aprender a convivir con el león y tratar de que viva dormido con el pasar del tiempo.

Tiempo...

¿Que es el tiempo?

Un puño de arena desbordándose entre mis dedos.
Un montón de dudas e inquietudes.
Un león que acaba de despertar dentro de una jaula en este gran bosque.
Hojas que se desprenden de mis manos y caen al suelo.

Las raíces acarician mis rodillas,
el viento revolotea en mis cabellos,
el agua que bebo no es suficiente para seguir creciendo,
habrá que abonar la tierra,
habrá que besar el suelo.

Cierro los ojos y suspiro,
abriendo los brazos al tiempo doy gracias
por lo que fue y ya no es,
por lo que quiero que sea y será,
por el aire que respiro,
por lo que sueño y dibuja una sonrisa en mi rostro,
por cada lágrima que sale de mis ojos,
por el destino tan sabio.

...¿Cuanto tiempo me queda para soñar?...

"Así pasarán los años y seguimos sin un amor, sin un adiós"

Oscar Hernández, gracias por tu presencia en mi vida, por motivarme a dormir al león y aprender a convivir con él. Por ser un niño hojas como yo.

miércoles, 5 de julio de 2017

FUGACES II


Esta constante sensación de que nadie llega para quedarse, somos adictos a los enamoramientos fugaces, estamos enganchados a los vínculos instantáneos que destruimos en apenas unos días, a veces en apenas unas horas, aunque lo que tengamos no esté mal e incluso podría funcionar si le diéramos una mínima oportunidad de cuajar, pero supongo en que es demasiado excitante pensar en lo siguiente, en quién o qué me está esperando ahí afuera y aún no conozco.

miércoles, 10 de mayo de 2017

Volverte a ver


El tiempo pasó...

Tú allá, yo aquí,
sereno, tranquilo, con el alma en paz.

Tú siempre tan hermoso, tan galán,
tan dueño de ti, de tu espacio,
tan hombre, tan sencillo pero interesante.

Yo con la experiencia dibujada en cicatrices,
cada experiencia recorrió mi piel y dejó una marca,
tantas historias que tuve que vivir para después contar,
la sonrisa nunca desapareció de mi rostro.

Ven, dame tu mano,
quiero entrelazar mis dedos entre los tuyos,
como antes cuando caminamos juntos a la orilla del mar,
esa playa que hicimos nuestra,
con tus ocurrencias grabaste tu recuerdo en mi.

Ven, no tengas miedo,
no te juzgo que hayas buscado a alguien más en mi ausencia,
después de todo yo fui el culpable que te fueras,
con mi necedad te obligué a que te fueras,
que ya no me vieras, que ya no me quisieras.

¿Mañana?
la verdad es que es algo en lo que debemos pensar juntos,
recuerda que todo siempre fue hablado entre los dos,
de ahí que todo lo nuestro se convirtiera en una historia fantástica,
llena de buenos momentos, más que malos.

Ven dame tu mano y sigamos caminando,
ya no tú por tu lado, ya no yo por el mío,
ambos mirando al mismo rumbo, 
cosechando momentos cada vez,
tú a tu manera, yo a la mía.

Después de todo, lo que fue alguna vez...
Aún vive en mí, ¿aún vive en ti?

(Volverte a ver, volverte a ver, yo te quiero querer)

jueves, 13 de abril de 2017

Oaxaca... Mi viaje!

Iván Ibarra
Saludando a todos los que me leen por acá les comento que por fin les traigo mi aventura por Oaxaca que tanto les había postergado.

Todo empezó con un tatuaje que me hice en el brazo unas cuantas horas antes de moverme hacia el aeropuerto a tomar el vuelo que ya casi perdía. En ese traslado recibí una llamada de mi querido y gran amigo Oscar desde Río Bravo, Tamaulipas. Llamada en la que le comentaba que no iba programado más que a pasarla de lujo, que quería dejarme sorprender por cada momento y cada personaje nuevo que surgiera... ¡Y así fue!

Una de las cosas más locas de este viaje fue el vuelo, primero llegué a Tijuana, Baja California. Ahí estuve unas tres horas esperando el vuelo hacia mi destino final... Casi recorrí el país de extremo a extremo en este último vuelo. 

Llegando a Oaxaca, tomé el transporte que me llevaría al centro de la ciudad. Una vez ahí hice mi primer transmisión en vivo en mi perfil de facebook. 

Recorrí parte del centro histórico hasta llegar al mercado y después a la catedral, tomé mil fotos...

El cielo tan azul y las pocas nubes tan blancas le daban un maravilloso contraste a cada construcción que conformaba el paisaje captado en cada una de las imágenes que maravillaban mis ojos y de esa misma manera las intentaba inmortalizar y grabarlas en mi memoria.

Las mujeres que cocinan exquisitos platillos con los que alimentan a los oaxaqueños y de los que turistas como yo agradecemos que existan. 


A través de mi experiencia en cada viaje que he realizado me he comprobado que la mejor manera de descubrir los lugares es en las conversaciones de la gente misma, de voz de las personas que los habitan. Hay historias que nunca conoceríamos si no fuese por la experiencia de ellos mismos y de lo que nos cuentan a través de sus conversaciones y experiencias de vida.

Tuve la fortuna de conocer a dos personajes de los cuales uno de ellos se distingue mucho. Mi gran amigo Miguel Ángel. ¡Nuestras conversaciones duraron horas! Con él hubo una conexión extrañamente placentera. Lo que les puedo decir es que mientras él me intentaba descifrar yo hacía lo mismo durante la plática descubriendo que es un hombre dedicado, entregado, decidido, trabajador, tierno, amigable o como dice él "socialmente funcional", buen compañero, ameno, puede ser que sea muy romántico, controlador, líder racional, terco, se ve que tiene su carácter, sabe escuchar y en cada historia imprime su pasión por su bello estado y sabe comunicar ese amor por Oaxaca a la perfección en cada uno de sus relatos. Personaje que quizá llegó para quedarse en mi historia y al cual le estoy teniendo un aprecio muy especial.
También tuve la oportunidad de hacer un mini tour en el que conocí Hierve el agua, una fábrica de mezcal, otra fábrica de textiles, el árbol más grueso del mundo y la zona arqueológica de Mitla.


Ya a mi regreso, (no me quería ir de verdad) puedo comentarles que me quedé con un muy buen sabor de boca, con el corazón enredado en una tlayuda acompañado con un chocolate a base de agua servido en una cazuelita de barro, con un buen pan de nata a un costado y una nieve de garrafa en agua para el postre. Mi lengua se quedó impregnada de mezcal que se sirve desbordado para hacer honor a los muertos mientras escuchaba la cumbia del mole de Lila Downs en aquella encantadora mezcalería, con unas rodajas de naranja y chile de polvo al centro de la mesa para terminar muy borracho al amanecer pidiendo un delicioso menudo en el mercado para poner en paz a la noche anterior.


Oaxaca se quedó en mi...

Tal vez era el momento justo para nuestro encuentro,
aprendí tu historia mientras caminaba por tus calles,
tu gente, tu comida, tus monumentos hechos templos,
tu cielo azul profundo ruborizado con las nubes más blancas,
tus marías que atienden en los mercados,
se contonean en sus enaguas por tus calles, tus plazas,
ofrecen su rica comida y sus maravillosas artesanías,
con sus benditas manos de creadoras,
cuentan historias con una sonrisa en sus rostros,
sonrisa de orgullo y pasión por su tierra,
benditas son sus trenzas que adornan las cabezas,
en la que soportan charolas, jarros que trasladan de lado a lado,
sus espaldas adornadas con rebozos que desprenden experiencia,
hechos para portar de brazo a brazo.

Ese es Oaxaca, ese es mi México, tan fantástico, tan lleno de corazón!

sábado, 1 de abril de 2017

Fugaces


Entre plática y asombro,
entre deseo y antojo,
tú por mí, yo por ti.

Nos entregamos mutuamente pensando que no volvería a suceder,
entrelazados entre sábanas de un hotel en aquél lugar.

Te quedaste incluso un poco más de lo esperado,
con ese asombro que ambos no esperábamos,
con la incertidumbre de no saber qué pasaría después.

Tu visita en mí me tomó de sorpresa... quise más.

Una cena, una caminata por la noche,
hablando de todo y nada, 
con una sonrisa en el rostro,
con los ojos brillando del asombro,
El tuyo por el mío, el mío por el tuyo.

Y así nos fuimos conociendo,
con la promesa de alimentar el día a día,
hasta que un día...
La distancia y con ella el desinterés,
El tuyo por el mío, el mío por el tuyo.

Te agradezco, 
por lo que fue, por lo que ya no es,
pero que siempre quedará en nuestra memoria.

...Tú en la mía, ¿Yo en la tuya?



jueves, 23 de febrero de 2017

Aprendiendo, sólo viviendo...

Caminando y aprendiendo entendí que soy libre, que esta vida no sólo podría ser maravillosa, ya lo es. Que de hoy depende que mis sueños se conviertan en una realidad....

Recuerdo hace años, cuando radicaba en Cd. Juárez. Yo, con tan sólo 15 años ¡Un reverendo puberto! caminando por la calle 16 de septiembre, (una de las calles principales del centro) pensando, soñando...

 Miles de cosas rondaban mis pensamientos; Ingenuo niño que cree que en el mundo no existe maldad alguna. Uno de mis más grandes deseos era comprar el C.D. de algún grupo pop del momento, pensando en qué canción sería la adecuada para poner en una fiesta. Creyendo que algún día tendría el dinero suficiente para adquirir uno de esos aparatos móviles con señal para hacer llamadas, o una computadora de escritorio... (¡Unos zapatos bonitos!).

Caminando por las vías del tren, pateando piedras mientras pensaba qué ingrata era la vida, que yo debía hacer algo con ella para cambiarla de rumbo. Que algo o alguien aparecería en ella que haría que las cosas fueran distintas de lo que estaba a penas descubriendo.

Caminando por las vías del tren de Ciudad Juárez aprendí que la vida es un regalo maravilloso, una oportunidad grandiosa de generar maravillas, que la voluntad es una virtud espectacular con la que cuenta el ser humano, que sin ella, nada, ni esas vías de tren jamás existirían...

La vida, en un inicio, es una plataforma, es como un escenario sin nombre ni telar alguno en el que tú eres el personaje principal. El único responsable de fabricar historias, ¡de vivirlas y disfrutarlas!

La vida, en un inicio, es una obra sin guión ni luces, un libreto en el que tu te encargas de colocar cada frase, cada experiencia. Tú decides si esos personajes que van emergiendo en ella trascienden o dejan de tener la importancia de ayer... 

La vida, en un inicio, es una hoja en blanco en la que vas colocando cada letra, cada frase. Un verso sin rima que al final va creando una biblioteca en múltiples tomos que no cabrían en una biblioteca por muy inmensa que ésta sea.


La vida, es plataforma, una obra sin guión, una hoja en blanco...

Esta vida es tú historia en la que colocas cada telar, cada personaje, cada guión, cada acto, cada momento que decides colorear, iluminar, amueblar según te venga en gana. 

¿EL FINAL? ...Puede ser hoy!

Dedicado a Oscar Hernández!



miércoles, 1 de febrero de 2017

De mi viaje a Mérida

Iván Ibarra
Queridos lectores, aquí me tienen de nuevo, esta vez les contaré de mi último viaje así que ahí va...

Para empezar les cuento que es la primera vez que decido tomar un avión y aprovechar un par de días que tenía libres para conocer un lugar nuevo, un lugar lejos, un rinconcito de mi bella república mexicana. Así llegué a Mérida, Yucatán.

De entrada me encontré en el aeropuerto que fue una travesía, creo que ni dormí por estar muy temprano en la madrugada para tomar mi vuelo desde Guadalajara hasta Mérida. Una vez ahí, vi amanecer desde el cielo, por la ventanilla del avión observé cómo se empezaba a dibujar el límite de la península con el mar. Pisando tierra, tomé mi uber rumbo al centro, por la ventana de aquél auto observé las calles que recorría en mi trayecto, enamorándome cada vez más de aquél encantador lugar.


Cuando llegué a mi destino, comencé a transmitir por facebook mis primeras impresiones, maravillado por la experiencia tan aventurada que estaba viviendo en carne propia. Comencé después a conocer su gastronomía en los portales del centro histórico degustando los "panuchos" y la "sopa de lima". Después caminé, caminé y caminé hasta encontrarme con una pequeña capilla detrás de la catedral en donde se celebraba misa cristiana en el idioma inglés, quedando maravillado por aquél fenómeno tan fuera de lo común que hizo que erizara mi piel y humedeciera mis ojos ante aquél encanto fascinante.


Lo que pasó por mi mente, es que en México existe tanta inclusión a las minorías que a veces no nos damos cuenta de ello. Cosa que en otros países, lejos de hacerles un espacio, intentan exterminarles o atacarles por no ser o parecer al común social denominador.

Después me encontré con Anton Cortes, un personaje salido de Twitter, con quien estuve el resto de mi viaje y con quien compartí la mayor parte de mi experiencia. No se si creer que no pude tener un mejor compañero para esta bella aventura que mi buen Anton, alguien que no pensé que tuviese la calidad humana que descubrí en él y la locura que lo envuelve. Personaje que, creo que llegó para quedarse.

De repente me pongo a pensar en el agradecimiento de que existan las redes sociales, que no crees que haya personas de la vida común que pueden llegar a tener tantas cosas en común contigo. Eso, hasta que lo experimentas.

Y así conocí muchas cosas que comúnmente un turista no conocería. Un mercado por ejemplo, un bar del que quedé maravillado por el tipo de música que tocaban; por los muchachos que bailaron en la barra (a veces no hay presupuesto jajaja).

De verdad no tengo palabras para describir las sensaciones que causaron en mí cada una de las vivencias en el bello Mérida. Incluso tuve la oportunidad de asistir a un concierto que ofrecieron en la plaza principal el grupo Caifanes, Grupo que en lo personal me fascina.
He escuchado comentarios de la gente que va con alguna expectativa acerca del lugar y la verdad es que yo lo que les puedo decir es que si en verdad quieren atreverse a descubrir cualquier parte del mundo y tienen la posibilidad de hacerlo. 

Se avienten a vivir la aventura sin ninguna expectativa, sin esperar nada, sólo así podrán, no sólo descubrir el encanto del lugar si no, disfrutarlo y pintarlo con tus propias sensaciones dándole un significado muy especial.

Ya de regreso, tomé muy temprano mi avión rumbo a mi segunda casa, Guadalajara. En donde corrí a deshacer la maleta y descansar un poco porque en unas horas más tendría que trabajar.



Hoy la vida me enseña un nuevo mundo, 
una forma nueva de ver las cosas.
Miro al cielo, pienso...
Con las manos ya cargadas de experiencia,
mis suelas desgastadas de caminar,
observo, escucho, respiro... Sonrío!
Esta es mi vida, esta es mi historia.

Gracias Mérida, prometo volver.

domingo, 22 de enero de 2017

Viajando la vida es mejor

Iván Ibarra
Mis estimados lectores, ya tenía bastante sin reportarme por acá. Pues les cuento, cumplí 33, llegó fin de año y año nuevo... jajaja, que´brevedad la mía!

La verdad es que he estado un poco despreocupado viviendo la vida con bastante filosofía. Antes de que concluyera este 2016 tuve un reto importante en mi camino laboralmente hablando. De repente es muy satisfactorio que en otros departamentos de la misma empresa se den cuenta de tu existencia y con ella del resultado y desempeño de tu trabajo, tanto que, lleguen a ofrecerte una oportunidad para seguir progresando y con ello crecer profesionalmente en todos los aspectos. 


Pues si, se vino la oportunidad de contender para otro puesto dentro de la empresa por lo que me atreví a aplicar todas las evaluaciones dentro del proceso. Hoy en día no he sabido nada oficial (si es que esa vacante para la que apliqué es mía o quedó otra persona en el puesto) pero por ahí se rumora que fui yo el elegido :)

Si esto resulta ser cierto, estaré mudando mi lugar de residencia en ciudad de México, y eso implica dar un giro nuevamente a mi vida personal. Recuerdo que hace algún tiempo les escribí sobre la experiencia y el esfuerzo que implicó mudarme a Guadalajara hace casi ya tres años. Hoy en día Jalisco es algo así como mi nuevo hogar, algo así como cuando regresas de un viaje con la esperanza de llegar a tu cuarto, a tu cama a tirarte y descansar de las vacaciones.
Con esto les cuento que he realizado unas modificaciones a mis pasatiempos en mis días libres. Me he dedicado a invertir en viajes, unos cortos, otros largos, breves, económicos (lo que yo llamaría "de mochilazo"). Y ha sido maravilloso.

Después de mi viaje al maravilloso puerto de Vallarta, Jalisco. Me fui a Guanajuato en un viaje de ensueño. Ahí pude disfrutarlo con todos los sentidos, asistí a un concierto de orquesta en el teatro principal, caminé, caminé y caminé. También tuve la fortuna de conocer un nuevo personaje en mi vida que poco a poco ha tomado algo de importancia en mi presente, mi buen Gabo, una persona excepcional a quién después volví a visitar en León, Guanajuato. Ahí caminamos, caminamos, caminamos (jeje). Después me llevó a conocer un estupendo bar llamado "chabola" al que tendré que volver a asistir más adelante :)


El día de hoy escribo esta entrada en el aeropuerto de Guadalajara, en donde espero abordar el avión para llegar muy temprano a la ciudad de Mérida, Yucatán! Este viaje me tiene todo emocionado porque va a ser la primera vez que viaje al sur de mi bello México y tan lejos. 

Ya les estaré contando cómo me fue, también voy bien armado de mi cámara fotográfica para mostrarles los bonitos paisajes de los que espero disfrutar con ansias.

Mis queridos lectores, me despido, esperen nuevas noticias en este blog!