Que tal mis estimados, creo que les debía esta entrada de mi ultimo viaje a Puerto Vallarta, Jalisco.
Una vez que decido ir por primera vez solo a este concierto, ya que un año antes había ido con mi buen amigo Eder y su novio, ellos viajaron desde Aguascalientes, sólo para este concierto, pero este año, dadas las circunstancias, nos dejamos de frecuentar y no me fue posible hacer labor de convencimiento para que se repitiera este año, así que me planté en el teatro Diana, las luces se apagaron, la música comenzó a sonar, mis emociones eran más delgadas que un papel celofán y cada canción, cada melodía me hizo erizar la piel, me sacó lágrimas y miles de sonrisas.
Ya estando en Puerto vallarta, en la terraza del Hostal, con una vista encantadora realicé una transmisión en vivo en mi facebook en donde les prometí esta entrada.
Una vez en la calle, comencé a recorrer el malecón, con cámara en mano, música en los oídos, dispuesto a capturar el mundo con mi perspectiva y muy a mi manera. Descubriendo paisajes, recorriendo mis recuerdos que dibujan sonrisas en mi rostro. Quizá estoy en una edad donde el tiempo, los momentos que vivo, cada una de las cosas que tengo son una bendición.
Este viaje me hizo realizar una serie de cuestionamientos en mí, amistades que ya caducaron pero seguían ahí, gente a la que le debo mucho y que sin estar fisicamente en ese lugar, estaban presentes en todo momento. Quizá también lo puedo tomar como un descanso en la larga escalera, un repaso de lo que ha sido para mí el camino recorrido. Mis sentimientos estuvieron siempre a flor de piel. Agradecido con todo lo que me ha traído hasta este punto, bueno y malo, porque como bien dice una canción: "el dolor también es parte de sentir". Y hay que aprender de todo en esta vida.
Creo que ya he mencionado en otras entradas que mi vida la veo como si fuese una serie, única e irrepetible, quizá algún día pueda darme el tiempo de sentarme a escribir sobre cada capítulo que la compone y pueda mostrarles que la vida no es fácil pero hay que aprender a buscar estar en paz con el mundo, a no torturarse por los errores, a aprender de ellos, a intentar no volver a caer por las mismas razones que te hicieron besar el suelo, a crear fuerza para levantarse y limpiarse las heridas con dignidad, levantar la frente y seguir andando.
Tantas y tantas cosas que pude recapitular en este viaje. El pararme en un lugar lejos y que la gente se te acerque como si fueses un amigo de años. ¡Benditas Redes Sociales! sólo hay que saber sacar provecho de ellas para conocer más allá de tus propios límites, eso sí, con todas sus precauciones y con mucha moderación.
Amigos como Edson, con quien estuve en un café compartiendo momentos maravillosos, una caminata de noche, un momento musical al final del muelle conectados con la naturaleza. Todo hubiese sido perfecto de no ser porque al momento de querernos retirar mi celular cayó accidentalmente al fondo del mar. (inserte risa irónica aquí). Aún así, todo fue increíble, sellado con un peculiar recuerdo. Otra de las personas que me hace tener un grato recuerdo es Pepe de los Vlogeros de youtube, persona tan sencilla, que parece que fuésemos cuates de mucho tiempo atrás. Cosas como estas me recuerdan que no somos más que seres humanos disfrutando de hacer lo que hacemos.
Otro incidente en el malecón fue que chaz! me raspé un dedo del pié jajajaja, eso no impidió que caminara varias veces por la orilla del mar y dejar que las olas golpearan mis pies. Ese tipo de momentos en los que arrojas tus recuerdos, tus pensamientos al mar y el mar mismo te los regresa revueltos en arena con sabor a sal. Es maravilloso cómo se escucha el crujir de la espuma cuando la ola tiene que desistir y regresar para regresar con más fuerza.
Una vez que tuve que regresar a la central para poder seguir el viaje rumbo a guadalajara, me perdí y terminé en un municipio aledaño jajajaja, pero bueno, regresé justo a tiempo para tomar mi camión sin otro contratiempo.
Al día siguiente, ya estando en Guadalajara, me fui a otro concierto al teatro Diana. El concierto de Babasónicos, uno de mis grupos favoritos. De este concierto no esperaba mucho, sólo quería experimentar algo distinto. Descubrí que Babasónicos me gustan por su música, no tanto por sus presentaciones en vivo.
Sinceramente no esperaba nada de este evento, sólo quería descubrir cosas nuevas, aventuras distintas. Por ejemplo no esperaba que al vocalista lo intentara besar una de las fanáticas que se coló en el escenario en la primer canción y que el haberla rechazado con un poco de agresión por parte del vocalista tensara el resto del concierto, tampoco esperaba que la mayoría de las canciones del repertorio no fuesen tan conocidas no sólo por mí, si no por el público, eso lo inferí cuando al final del concierto todos gritaban "¡que me devuelvan mi dinero! jajaja. Pero como experiencia fue único!
Este viaje me sirvió para mucho, ya cercano a mi cumpleaños, mucho aprendí, mucho experimenté, me di cuenta de bastantes cosas que soy y que no soy, lo que quiero para mi vida y lo que ya no necesito. Me doy cuenta que soy bastante humano, que siempre hay algo nuevo qué aprender, que la vida es hermosa siempre y cuando quiera verse así, que las olas pegan delicioso en los pies y que al hacerlo generan espuma junto con la arena, que la marea sube en determinada hora y que baja durante la noche, que las noches en el mar son silenciosas y que se pueden acompañarse de muy buenas canciones aunque tu celular termine en el fondo del mar. Que puedes ser atractivo en ciertos lugares para mucha gente y en tu casa seas un mueble más, que hay relaciones de amistad o de amor que se pueden generar en los lugares y de las formas que tú nunca imaginaste, aunque a veces terminen igual de rápido como comenzaron.
Entendí que las relaciones humanas, son como una plantita, si no se riegan diario tienden a morir y desaparecer. Y que si esto sucede, debes de ser lo suficientemente maduro como para dejarles ir y cerrar ciclos. Que si no dejas que la energía fluya e intentas retener sucede como el agua estancada a la orilla de la banqueta, con el tiempo se crean parásitos y huele mal.
En verdad amo la vida que me tocó. La vivo muy a mi manera, en serio, les confieso que si funciona esto de que como te sientes, te proyectas, los demás te perciben. Es maravillosa y muy fuerte la energía que proviene desde cada uno de nosotros.
Mis estimados, hasta aquí mi entrada. Se acerca mi cumpleaños y yo ya me adelanté y me hice un regalito caro jeje, ¿si uno no se consciente, quién más vendrá a hacerlo?. Luego les cuento cómo la pasé, les dejo un enorme abrazo y nos leemos en la siguiente publicación.
|
Iván Ibarra, Puerto Vallarta 2016 |